COMENTARIO: El Tomelloso salió derrotado del Municipal y dio un severo paso atrás en la lucha por la permanencia. Tras una primera parte buena, el 0-2 y la expulsión de Pinto dejaron muy tocados a los de Úbeda, que no supieron remontar el marcador adverso.

El encuentro comenzó con el Tomelloso llevando el peso del ataque. Las mejores ocasiones locales llegarían en la primera media hora: primero, Lozano lanzaba al palo desde dentro del área. Más tarde, el mismo Lozano habilitaba a Alberto Olmo para que encarase sólo al meta Rubén. Sin embargo, el portero sacó una mano providencial que evitó el gol del Tomelloso.

El juego se desarrollaba sobre todo por la banda derecha local, donde cada vez más Tomillo y Suker le ganaban la partida a Infantes y Dani. El Tomelloso perdía el dominio, y así llegó el 0-1. Una internada de Suker acabó con este derribado en el área por Dani. Penalti claro que convirtió Cabello. Los de Úbeda no bajaron los brazos, y volvieron a disponer de buenas ocasiones en una serie de faltas al borde del área que ni Cabezas ni Dupi supieron aprovechar.

Así se llegó a la jugada polémica del partido, cuando una falta colgada al área visitante era despejada por Agustín con las manos. El colegiado, ante la sorpresa generalizada, entendió que las manos fueron involuntarias y no señaló penalti. La jugada implicó también la expulsión de Úbeda por las protestas consiguientes.

La segunda parte empezó parecida a como acabó la primera, con una nueva falta en la frontal a favor del Tomelloso que, esta vez por medio de Alberto Olmo, también fue fallada. Poco después llegaron los diez minutos que sentenciaron el encuentro. Primero, una buena jugada de estrategia por parte del Badajoz acababa en el 0-2, obra del lateral Tomillo. Y ocho minutos después, unas absurdas protestas de Pinto suponían la expulsión directa del vasco.

El Tomelloso acusó en demasía estas dos jugadas y pasó a una serie de imprecisiones y despropósitos que pocas veces incomodaron a un Badajoz bien plantado, pero que renunció al ataque. Como muestra del esperpento queda una absurda jugada en que Raúl vio la amarilla tras empujar repetidamente al meta Rubén una vez que este había blocado un balón y lo tenía ya controlado.

Los visitantes, con un gran doble pivote (Germán-Nasser) por el que pasaban todos los balones del partido, se hizo fuerte y contuvo las acometidas locales, que, como dijo luego Úbeda, jugó en los segundos 45 minutos con mucho corazón y con poca cabeza. Así que, a pesar del buen resultado de Armilla, el Tomelloso se ve obligado a ganar otra vez fuera si quiere evitar complicaciones de última hora en la pugna por la permanencia.

JGC